Entre las aves más escasas, carismáticas y amenazadas de México y desgraciadamente en la mayor parte de su área de distribución hasta Sudamérica, están los hocofaisanes (Crax rubra), que han sido perseguidas sin misericordia y visto destruido su hábitat para convertirlo en milpas o potreros. En la Sierra Gorda aún es posible encontrarlos en áreas remotas y bien conservadas y fotografiarlos se ha convertido en una obsesión. Pues bien, luego de varios intentos aún no lo consigo, mas la oportunidad estuvo muy cercana. Por medio de cámaras-trampa ya había fotografiado previamente un buen número de ellos, sirviendo el pequeño aguaje del sitio como “centro social”. Para ello y estar en el sitio antes de que amanezca el viaje comenzó a las 2:30 AM, para luego de terracería y una vigorosa caminada para llegar al santuario donde aún se encuentran, arribar apenas amaneciendo. ¡Mas tuve la mala suerte de apostarme justo abajo del encino donde 3 hocofaisanes estaban durmiendo! En un momento comenzaron a salir disparados como proyectiles y desde luego no regresaron y aunque se posaron en árboles cercanos era aún temprano y la luz no ayudó para fotografiarlos. Mas la esperanza nunca muere y comencé a llamarlos con su reclamo en mi Ipod. Luego de media hora lo que conseguí atraer fue su depredador; un halcón selvático mayor (Micrastur semitorquatus) el mayor halcón de hábitos forestales del continente Americano y sin duda una de las rapaces más bellas, con una larga cola que le ayuda a maniobrar en las ramas y también gracias a sus largas y fuertes patas. Además su vocalización es harto profunda y llamativa, con poco de rapaz y pareciera más humana a ratos.
Fue un encuentro cercano, pues estuvo intrigado como de un humano salía el reclamo de su platillo favorito (los pobres hocofaisanes) y por más de media hora anduvo cambiándose de rama y ángulo para descifrar el misterio. Al regreso del sitio tuve la fortuna de encontrarme un grupo de 10 coatíes, mamíferos altamente sociables, omnívoros y juguetones, que desgraciadamente no me dieron oportunidad de fotografiarlos.
El encontrar ejemplares de estas tres especies en una sola mañana, habla del buen estado de conservación de esa área y la integridad de la Sierra Gorda.