Hace 38 años, iniciamos labores de educación ambiental y reforestación en 1987, dando los primeros pasos para el trabajo de regeneración de la Sierra Gorda. Celebrando a la vida, con un aprecio total por la sabiduría de la Naturaleza, asombrados por el prodigio y el inmenso amor con el que rodea nuestra existencia, sus frutos, su belleza, lo majestuoso, la intrincada red de la infraestructura que nos bendice con sus servicios. Nos reconocemos como hijos de la Tierra, esos sentimientos que se han profundizado con los 38 años de nuestro trabajo y que hoy nos siguen dando el empuje con el que siempre hemos estado comprometidos. Movilizar todas las posibilidades de aliviar presión, sanar y reconectar a nuestra extraviada sociedad con esta maravilla, llenar su vacío con conciencia y servicio, dar cara a la emergencia y emplearse a fondo, buscando hacer surgir el gran esfuerzo en un colectivo emprendedor con valores de bien común y retribución al entorno que siembre una esperanza que depende enteramente de nosotros y el esfuerzo máximo que seamos capaces de levantar y sostener. Con urgentes valores nuevos para nuestra sociedad, que activen toda la fuerza interior que esta somnolencia moderna se ha encargado de soterrar.

Una jornada de esfuerzo continuo que al cabo de décadas nos ha permitido cristalizar nuestros sueños, hoy realidades que hacen de la sustentabilidad una orquestación de actividades regenerativas con respuestas sociales y ambientales. Parece ayer que hablábamos de un turismo comunitario, de la valorización de los servicios de los bosques, de una fuerza ciudadana en acción, del involucramiento de los múltiples actores que se requieren para una solución de gran calado. Sí, soñábamos con alinear las estrellas a favor, con un emprendimiento local sumándose como una gran ola que hoy se levanta como una realidad para las comunidades locales. Aquí estamos con todo por hacer, en líneas de acción operando y a las que hay que extender y hacer crecer para más comunidades, más participación social y la vinculación indispensable de actores públicos a todo nivel.

1. Educación ambiental comunitaria y saneamiento
2. Manejo regenerativo de recursos naturales
3. Diversificación productiva
4. Turismo comunitario

• Conseguimos el decreto federal en 1997 para la creación de la Reserva de la Biósfera Sierra Gorda.
• Desde nuestros inicios, hemos tendido puentes, tejido redes y trabajado con instancias de los tres niveles de Gobierno, las comunidades locales y un amplio abanico de entidades y donantes naciones e internacionales.
• Desde hace 38 años, nuestro más sólidos aliados han sido los diversos actores de la sociedad serrana, que a casi 4 décadas siguen siendo socios indispensables para nuestra labor.

• Programa permanente de educación ambiental comunitaria, piedra angular de nuestras actividades y fuerza de cambio en la Sierra Gorda. Magisterio, padres de familia y alumnos por generaciones se han sumado a nuestras actividades y transformado en conjunto la conciencia y sentir ambiental en la región. Las Fiestas de la Tierra, que se han vuelto una tradición, celebrando cada año a 60 de ellas, las Escuelas Verdes y cuatro generaciones de egresados del diplomado “Herramientas didácticas para la acción climática) en alianza con el ITESM, con 600 de ellos de vuelta en sus escuelas como aliados.
• Apoyamos la operación de más de 125 centros de acopio de materiales reciclables en toda la Sierra Gorda, y a 8 micro-empresas del reciclaje, que laboran de manera autónoma y permiten operando el reciclaje, el acopio de 400 de toneladas mensuales de materiales reciclables, en una economía circular. Y la continua ejecución de campañas de limpieza en coordinación con las autoridades municipales, y operación de cámaras biológicas que permiten el tratamiento de desechos orgánicos.

• Protección de la biodiversidad, en reservas protegidas de manera efectiva y espacios regresados a la naturaleza. Bosques de niebla, templados y selvas bajas, donde los jaguares, pumas y osos pueden llamarles casa segura.
• Adaptación al cambio climático, con la instalación de 68 tanques liner de 75,000 litros aprovechando los arco-techos de las canchas escolares, e impulsando políticas públicas para la cosecha de agua de lluvia.

• Diversificación productiva, desarrollando nuevas habilidades y fortaleciendo capacidades, con 56 micro-empresas apoyadas y 350 beneficiarios directos, empoderando a mujeres y consolidando a una economía de la conservación, con 250 familias en 32 comunidades.
• Operación del espacio educativo Centro Tierra, con iniciativas orientadas a la sustentabilidad y que ofrece una variada currículo y eventos de capacitación
• Operación del Destino Sierra Gorda, Naturaleza y Cultura, con oferta turística y de servicios, en la que micro-empresarios y comunidades operan sus propias instalaciones, se capitalizan con sus paisajes y ofrecen la mejor experiencia a los visitantes; 27 Fondas de la Ruta del Sabor y 22 sitios de la Red de Hospedaje te esperan.

• Operación del Mecanismo estatal “Sello Querétaro”, una política pública pionera consolidada por la SEDESU, para reducir la huella de carbono de los corporativos en el estado, que deben pagar un impuesto por sus emisiones de carbono, y cuyos recursos destinados para el pago a dueños de los bosques por conservarlos, permitir la regeneración forestal y la captura de carbono. Así 32,847 ha de bosques de 120 propietarios y 9 Ejidos están capturando 357,034 tCO2e y sumados a un círculo virtuoso, en el que sus propietarios tienen un ingreso mayor al de sus actividades tradiciones.
• Tecnificación para el manejo del orégano con 3 Ejidos del semi-desierto, equipando, asesorando, mejorando procesos de cosecha y beneficio del orégano y equipamiento de un taller para la elaboración de productos cosméticos, siempre con los Ejidatarios y comunidades locales.

• Velamos por la polinización y las abejas, apoyando con capacitación e insumos a 50 apicultores, buscando la protección de esos insectos y buscando el relevo generacional de los productores.
• Trabajamos con 60 productores primarios, capacitados, con un manejo agroecológico y organizados recuperando sus suelos, sus polinizadores, la autosuficiencia comunitaria, manejando sus cultivos y cosechas con mejores prácticas adoptadas.

• Sierra Gorda, es reconocido como el proyecto de conservación con la más alta concentración de actividades en ejecución, incluyendo su “estrategia social para la conservación”, actividades con la participación directa de más de 11,500 residentes cada año, que han hecho posible la recuperación de la vegetación y la vida silvestre. Con alternativas productivas en marcha para disminuir la pobreza y mejorar la calidad de vida, de forma compatible con la naturaleza y que actualmente ofrecen desarrollo económico a las comunidades. Por su labor nuestra organización ha recibido más de 50 reconocimientos y premios tanto nacionales como internacionales.