por Martha Isabel Ruiz Corzo

Con nuestros deseos de que la Reserva de la Biosfera  sea un orgullo para todos los queretanos y comprendamos su importancia. Daremos a conocer su valor biológico, los esfuerzos de conservación de sus bosques y selvas, de sus servicios ecosistémicos: regulación térmica, captura y almacenaje de carbono, infiltración hidrológica y casa para numerosas especies de flora y fauna tan queretanas como usted o yo, numerosos endemismos que resultan joyas en el capital natural del país.

Decretada como Reserva de la Biosfera en el 1997, constituye un territorio con protección federal, ultima área bien conservada en el centro del país, sintetizando confluencias neárticas y neotropicales que nos hacen un santuario de vida natural, refugio de vida silvestre y casa de especies como el jaguar, la guacamaya verde o el hocofaisán, carismáticas especies de aves, reptiles, 34 especies de encinos, el 30% de las mariposas mexicanas y 97 especies de aves migratorias que del invierno y buscan refugio en estos montes. Procesos evolutivos y una matemática de millones de años, una maravilla de la naturaleza, un tesoro de todos los queretanos y el país, bio-capacidad estatal  sosteniendo las condiciones  para que nuestra sociedad se desenvuelva en bienestar.

Grupo Ecológico Sierra Gorda nació como una organización de la sociedad civil en 1987, conformada por miembros locales con un profundo conocimiento de su territorio como una región privilegiada, preocupados por el desorden y deterioro, la ignorancia en todos niveles y la indiferencia de las autoridades entonces imperante. La falta de opciones de desarrollo para sus 638 comunidades en extrema pobreza, un tesoro a la deriva perdiendo su valioso capital natural en una inercia sin rumbo. Así nació este movimiento de abajo hacia arriba, un movimiento local a un precedente internacional en prácticas de mitigación de la pobreza y el cambio climático global, un modelo de conservación del patrimonio natural a través de la sociedad civil organizada en acción rescatando, conservando, saneando y sanando los recursos naturales. Un modelo y respuesta para otras áreas de conservación en países del sur, en donde se alberga la biodiversidad  en manos de comunidades de extrema pobreza.

Única área natural protegida en el país que surgió de un movimiento de base y contó con el apoyo del Lic. Enrique Burgos García durante su acertada gestión, quien con visión apoyó la conservación de un tercio del territorio estatal en 1997 y a la sociedad civil, coadyuvando a que la Sierra Gorda contara con un Decreto Federal, y así consolidamos un hito para la protección subrayando sus preciados valores biológicos. Y consiguiendo la publicación del Programa de Manejo de la Reserva, documento oficial que ha regulado el impacto del desarrollo y conseguido la adopción de mejores prácticas en múltiples niveles y conseguir con éxito haber defendido el territorio de una variedad de impactos que hubieran dañado en forma irremediable la integridad de los ecosistemas de este santuario de vida natural. Amigo queretano es nuestro patrimonio común, usted, las comunidades de la sierra y la vida silvestre que se refugia allí.