El 22 de abril, la Mtra Pati Ruiz Corzo, directora de Grupo Ecológico Sierra Gorda (GESG), atendió a Foro de Servicios Ecosistémicos, invitada por el Ministerio de Medio Ambiente del Perú a través de Forest Trends, organización socia del proyecto Sierra Gorda basada en Washington D.C., conformada por un grupo de expertos asesores promotores de la valoración económica de los servicios de los ecosistemas a nivel mundial. El foro tuvo como objetivo identificar oportunidades para articular políticas sobre el clima y las finanzas con inversiones públicas y privadas, y comprometerse en asegurar que los bosques y otros ecosistemas continúen proporcionando su apoyo crítico a la estabilidad del clima.
Durante el mismo, la Mtra Ruiz Corzo compartió las estrategias y acciones del manejo de conservación participativa en la Reserva de la Biosfera Sierra Gorda (RBSG), dado el interés de los organizadores para aprender cómo conseguir una conciencia social que mueva a la acción, generando oportunidades económicas para los dueños de la tierra y bosques. Así, la experiencia de GESG sirvió como ejemplo, buscando acortar curvas de aprendizaje y proteger los magníficos bosques y selvas del Perú, en las mejores prácticas agropecuarias y forestales que se están ejecutando en la RBSG y el modelo de un área natural protegida donde se trabaja con sus habitantes, desarrollando una cultura sustentable y generando oportunidades económicas, recuperando la productividad de sus suelos y protegiendo sus montañas, la vida silvestre y biodiversidad.
La participación del GESG fue la voz de una experiencia pionera que ha conseguido que suceda un mecanismo local de compensaciones de carbono en Sierra Gorda. Actualmente, propietarios de 40,000 ha de bosques reciben pago por los servicios que brindan los ecosistemas; esto les significa un ingreso considerable, donde a cambio llevan a cabo una serie de acciones de protección y conservación de la flora y fauna silvestre, dejando atrás en gran medida los incendios provocados, una amenaza que cada estiaje se cernía sobre los bosques. Un bosque que genera ingresos para su dueño no se incendia, como se está demostrando en Sierra Gorda. Llegó el momento de dar valor económico al capital natural y con ello un ganar-ganar que urge generalizar, llevarlo al sur del estado y a otras partes del país.