En medio del territorio mexicano, en el corazon del pais, se encuentra la Sierra Gorda. Casi 400 mil hec- tareas de areas naturales dedicadas a la conservacion, sustentabilidad, al turismo rural y a la mitigacion del cambio climatico.
Alrededor de la ciudad de Querétaro encontramos una vegetación semidesértica. Al estar aquí, en estas carreteras largas donde abundan los cactus, las yucas y áridos matorrales, uno no imagina que a 153 km se encuentran las selvas y bosques de la Sierra Gorda. En total, un tercio de Querétaro (383,526 hectáreas) comprende este sistema montañoso que es parte de la Sierra Madre Oriental. Gracias al trabajo del Grupo Ecológico Sierra Gorda y a su comunidad, el territorio fue catalogado como reserva de la Biosfera en 1987.
El lugar es realmente imponente. La llegada es a través de una carretera sinuosa que puede tomarse desde Querétaro a Pinal de Amoles. Poco a poco la vegetación y la biodiversidad van cambiando. Selvas bajas y medianas, bosques de niebla, bosques templados, riparios y áridos matorrales xerófilos, se encuentran en la Sierra Gorda. La vista agradece tanto territorio verde y virgen.
Un dato muy impresionante de la Sierra Gorda es que el 97% de su territorio son terrenos privados. Seguramente se preguntarán cómo pueden conservarse de esta manera. Hace aproximadamente tres décadas, antes de que llegara a trabajar aquí Martha “Pati” Ruiz Corso y establecer el Grupo Ecológico, la Sierra con- taba con varias amenazas: ganadería extensiva, incendios forestales, prácticas agrícolas negativas, ignorancia, pobreza extrema, contaminación y obra pública inconsciente.
Gracias al trabajo y al equipo de Martha “Pati”, que llegó hace 32 años con su familia, quedó demostrado que la conservación de las áreas naturales resuelve la economía local a través del turismo y a través de la compra del Carbono Biodiverso. Ahora los dueños de las tierras reciben dinero a cambio de su con- servación, prevención de incendio y cuidado. Toda la familia de “Pati” trabaja en el Grupo, muchos lugareños que visitamos lo nombran así. Uno de los hijos de “Pati”, Mario, ofrece talleres internacionales sobre la conservación de los suelos, mientras que Roberto se dedica a la fotografía y al estudio de la naturaleza. Él colocó una cámara trampa y logró captar la foto de un jaguar. Además, tiene una colección extensa de fotos que nos enseñan la riqueza de flora y fauna que tiene la Sierra Gorda.
La biodiversidad que se encuentra en estas montañas es imponente y aún no se conoce en su totalidad. A la fecha se han registrado 2308 especies de plantas, 334 de aves, 110 de mamíferos, 134 especies de herpetofauna, 27 de peces y 650 de mariposas. Cuando viajamos esta vez, coincidimos con un micólogo (experto en hongos) llamado Allan Rockefeller, quien nos platicó que en tan solo unos días había descubierto en la Sierra Gorda alrededor de 50 nuevas especies de hongos.
El grupo ecológico ha implementado varios recorridos turísticos en la Sierra Gorda, incluso se pueden realizar excursiones a la medida. Recomendamos la Ruta del Sabor, donde podrán disfrutar en distintas fondas la deliciosa comida. Existen recorridos y caminatas por cascadas, visitas a talleres artesanales como herbolaria, textiles y talleres donde mujeres producen jaleas, mermeladas y frutas secas. También se pueden visitar los miradores, realizar ciclismo de montaña de distintos niveles, conocer los albergues ecológicos o pasearse con expertos entre los bosques para escuchar y observar la majestuosa biodiversidad.