Por fin, después de mucho soñarlo y gestionar, hemos dado inicio a lo que planeamos será una ola verde para México, restaurando suelos agropecuarios que actualmente están en proceso de desertificación, improductivos. Se inició la capacitación de los primeros confederados por el suelo, que directamente trabajarán con el Grupo Ecológico Sierra Gorda (GESG) en otros estados del país. Un grupo de expertos técnicos agropecuarios, investigadores y productores, se reunieron en Sierra Gorda para participar en este plan nacional, en donde arrancamos con el primer módulo del Diplomado en Manejo Holístico del Hub Sierra Gorda del Instituto Savory, que es la médula de una nueva visión del manejo de los recursos naturales. A lo largo de seis módulos aprenderán un concepto integrador de los diferentes elementos que se conjugan para llevar un manejo regenerativo al éxito.
A los representantes de Coahuila, Chihuahua, Hidalgo, San Luis Potosí, Guanajuato, Estado de México, Oaxaca, Chiapas, Sierra Gorda y resto del estado de Querétaro, les tocará encabezar lo que esperamos sea un impulso continuado que nos permitirá sembrar esperanza, prepararnos para los efectos del cambio climático, generar conocimiento, establecer pilotos que nos ayuden a provocar un efecto espejo que despierte la curiosidad e interés, por esta innovadora propuesta en donde los suelos, que son el sustrato de nuestra vida, sean motivo de toda nuestra dedicación.
Regenerándolos, captaremos cantidades significativas de carbono en los mismos, con su correspondiente captura hidrológica, producción de alimentos sanos, forrajes, verduras, carne.
Sabemos cómo hacerlo, tenemos las herramientas, la experiencia, los grupos de trabajo, solo ahora esperamos los vientos favorables para hacer de esta propuesta un manejo con impactos significativos para el país y conseguir replicar este conocimiento en otros lugares. Que los productores grandes y pequeños reorienten su manejo a prácticas regenerativas, que conozcan suficientes argumentos de porqué no podemos seguir haciendo más de lo mismo.
Hemos conseguido que más de la mitad del país esté en un proceso de erosión hídrica y de desertificación, que es cáncer para la tierra y un desastre para la especie humana, pues estamos perdiendo nuestro capital natural. Aniquilando su capacidad de sostener vida y haciendo extensivo este envenenamiento a nuestras mesas y familias, arriesgando nuestro bien más querido, la salud, ingiriendo alimentos faltos de propiedades alimenticias y cargados de químicos que provocan una larga lista de enfermedades.
En esto, nuestra sociedad es la gran perdedora, todo por un sistema económico voraz que no perdona oportunidad de arrasar con los ecosistemas, o con la sociedad, haciéndola esclava de padecimientos indecibles y un obligado consumo de medicamentos y servicios de “salud” que representan una jugosa industria.
Por eso, amigo lector, mándenos sus mejores deseos de éxito para poder cumplir a cabalidad con nuestros objetivos, que si bien nosotros operamos, estos éxitos serían de todos los que vivimos en esta biosfera pues somos un operativo organizado y enérgico de una sociedad civil organizada que tiene una visión de la emergencia, conocimiento para mitigar sus efectos y un profundo deseo de servir por un bien común.
Esta lucha es por la flora, la fauna, por el tejido de la vida, una indescriptible biosfera solo concebible por la mente del Creador, un tesoro para nuestra sociedad, ¡hey! ojo, voltee usted sus ojos al problema del planeta y con amor sea parte de la solución.