por Martha Isabel Ruiz Corzo
Tejido de malla hecho de cuerdas, hilos, alambres, gestión, y relaciones públicas. Unidos, cruzados entre sí, destinados a la pesca, la caza o la generación, en este caso, de posibilidades que vayan construyendo una esperanza. Educación comunitaria, conciencia hacia la Tierra, civismo activo, visibilidad; ejercicio que se mantiene con persistencia hasta que en expansión reteje, zurce, borda, anuda y crece. En este caso, la malla de la esperanza se teje con atributos como el amor, la conciencia, el carisma, innovación, la abundancia para todos, la persistencia y la versatilidad, consiguiendo los elementos suficientes para que opere el diseño de una sociedad en movimiento que consiga articular acciones que construyan las condiciones y custodia para la conservación de la bio-capacidad nacional. Las áreas naturales protegidas, proveedoras de servicios de los ecosistemas, regulando el clima, infiltrando agua, capturando bióxido de carbono, casa de la preciada biodiversidad, trabajando con los dueños de la tierra, utilizando el amor como un lazo indisoluble, el respeto y compromiso por los beneficiarios y la diversidad biológica como norma, generando confianza y amistad con los socios locales desde la base social.
Grupo Ecológico Sierra Gorda I.A.P., opera una red social y con este capital se custodia el territorio más ecodiverso en México. Refugio de vida silvestre con una gran diversidad, en donde tejiendo llevamos a cabo una gran actividad, sin precedentes dentro de un área natural protegida, donde generando oportunidades y conciencia regional hemos desarrollado el concepto de las reservas MAB de UNESCO a su pleno ejercicio. Generamos ingresos de 33 millones anuales para los serranos involucrados en tareas de conservación, regeneración, saneamiento desarrollo productivo y capacitación a múltiples niveles.
Única reserva de la biosfera en México surgida de la base social, con 383,567ha y 638 comunidades de extrema pobreza; el 30% del estado de Querétaro bajo un manejo de conservación participativa.
En Sierra Gorda decidimos apostar por la educación ambiental comunitaria como una estrategia permanente de alto impacto, mediante la cual generamos la nueva conciencia colectiva y que ha sido nuestra estrategia más enérgica y mayor foco de atención. Somos mucho más que una campaña escolar. Llegamos a todos los niveles con sensibilización y capacitación que involucran a los actores locales en forma permanente, generando acción con miles de pequeñas actividades de saneamiento, capacitación, restauración, conservación, educación y desarrollo productivo.
Al interior de la Reserva organizamos a 35,000 serranos cada año en esta experiencia viva que es el proyecto Sierra Gorda. Contamos con un equipo de promotores que brindan asistencia técnica, educadores ambientales, acompañamiento y asesoría continua. También llevamos a cabo una gestión permanente para conseguir los elementos necesarios, contar con los insumos y apoyos económicos necesarios para articular toda esta acción, capitalizando la extrema pobreza, generando valor económico para los servicios de sus bosques y la belleza escénica espectacular de la región.
Sabemos que es el tiempo de la sociedad civil, que pone su corazón en la jugada, que tiene la sensibilidad de condolerse con los problemas globales, de solidarizarse por un bien común y que es capaz de movilizar fuerzas que esperan de la versatilidad y la pasión de un colectivo organizado para hacer surgir la esperanza y es a través de las redes, de ese tejido de buena voluntad de múltiples posibilidades, con herramientas no comunes a la modernidad que están ahí latentes esperando el surgimiento de nuestras mejores posibilidades interiores. Una sociedad que busque lo frugal, lo autosuficiente, el valor de la vida simple. Segura de que lo mejor está por venir y que nuestra sociedad reaccionará con reconocimiento y cuidado por la Tierra en donde se respeten los derechos de la naturaleza y sus creaturas.